salud dental

Enjuague bucal, guía de uso y elección del enjuague bucal.

Enjuagues bucales con sanguinaria.

Los extractos de la raíz de esta planta han demostrado ser especialmente útiles en el tratamiento de la gingivitis, en virtud de su acción antiplaca.

Enjuagues bucales con cetilpiridinio.

Especialmente indicado para el dolor de garganta, dada la acción antiinflamatoria de este ingrediente activo, que también presenta cierta acción antiplaca, útil en la prevención de caries y genitalitis.

Enjuagues bucales con tibenzonio

Especialmente indicado para el dolor de garganta y la inflamación de la cavidad bucal.

Enjuagues bucales con delmopinol.

Acción antiplaca indirecta, dado que el delimanol evita la adhesión de bacterias (microfilm) a la superficie dental.

Enjuagues bucales con zinc y bicarbonatos.

Indicado en presencia de halitosis. Recuerde a este respecto que en presencia de mal aliento, el enjuague bucal no cura la causa del problema, sino que simplemente cancela los efectos.

Enjuagues bucales con xilitol.

Poliol con acción antiplaca, también ampliamente utilizado en goma de mascar y pasta de dientes.

Enjuagues bucales a base de metilsalicilatos.

Bandas con propiedades antisépticas, pero sobre todo antiinflamatorias.

Colectores basados ​​en cloruro de benzalconio.

Propiedades bactericidas; El benzalconio puede desencadenar reacciones alérgicas en individuos sensibles.

Enjuagues bucales a base de peróxido de hidrógeno (peróxido de hidrógeno):

Potente potencia antibacteriana, pero excelentes propiedades de limpieza, ya que las moléculas de oxígeno gaseoso que se forman por descomposición favorecen el desprendimiento de tejido necrótico y bacterias.

Enjuagues bucales a base de lidocaína.

Explican un importante afecto anestésico local.

Enjuagues bucales a base de nistatina

Tienen propiedades antifúngicas (útiles, por ejemplo, en presencia de candidiasis bucal).

Enjuagues bucales a base de bencidamina.

Acción antiinflamatoria, antipirética, analgésica y antimicrobiana (especialmente utilizada en presencia de estomatitis: inflamación de las membranas mucosas de la cavidad oral).

Enjuagues bucales a base de aloe vera, manzanilla, mucílago, carbenoxolona, ​​triamcinolona, ​​triésteres de glicerol peroxidados, ácido hialurónico.

Forman una película protectora en la cavidad oral, que es útil en presencia de estomatitis y úlceras en la boca.

Enjuague bucal extemporáneo, enjuague con agua y cloruro de sodio (1% de sal de cocina):

Potencialmente útil en presencia de gingivitis cuando no se dispone de enjuagues bucales específicos.

Enjuague bucal extemporáneo, enjuague con leche.

Posibles propiedades remineralizantes.

NOTA: muchas de las sustancias enumeradas anteriormente en realidad tienen una acción bacteriostática o bactericida, demostrada in vitro, contra la placa dental. Sin embargo, también debido a las muy pequeñas concentraciones utilizadas para evitar efectos tóxicos, las mismas propiedades no siempre vuelven a ocurrir en la situación in vivo.

Cómo usar enjuague bucal

Como se anticipó, el enjuague bucal se debe usar solo y exclusivamente después de lavarse los dientes. El enjuague oral debe realizarse con la cabeza ligeramente inclinada hacia el lavabo y con los dientes estrechos, para pasar el desinfectante a los espacios interdentales. Además de las sustancias desinfectantes presentes en el propio enjuague bucal, la acción mecánica obtenida al contraer y relajar las estructuras musculares de las mejillas es fundamental durante 30-40 segundos. De esta manera, además de la eliminación mecánica de los residuos de alimentos derivados del flujo mecánico del enjuague bucal, también se obtiene una acción desinfectante en las superficies interdentales y en las membranas mucosas de la cavidad oral.

En lugar de enjuagar, se pueden realizar gárgaras, que consisten en burbujear el enjuague bucal en la parte inferior de la boca y en la garganta, con el objetivo de medicare las membranas mucosas; Hacer gárgaras es útil contra el dolor de garganta (faringitis) y la halitosis.

NOTA: los enjuagues bucales no pueden considerarse sustitutos de la limpieza profesional cada 6-8 meses y la higiene bucal adecuada en el hogar con un cepillo y seda dental. Debido a los posibles efectos secundarios, es importante usar el enjuague bucal solo con receta médica del dentista o higienista dental.