¿Qué es la disbiosis?
El término disbiosis identifica una alteración genérica de la flora bacteriana humana; por esta razón, normalmente va seguido de un adjetivo que especifica el distrito corporal afectado (disbiosis vaginal, disbiosis cutánea, disbiosis oral, etc.).
Flora intestinal bacteriana
Todos los días, la publicidad nos recuerda lo importante que es el equilibrio normal de esta flora bacteriana, en la cual deben prevalecer los llamados simbiontes, bacterias amigables del organismo que dificultan la proliferación de patógenos, mejorando la funcionalidad de la mucosa intestinal y, en consecuencia, la Salud de todo el organismo.
A pesar de la importancia de la flora bacteriana intestinal, a menudo la disbiosis no se considera una enfermedad real, al menos de la medicina oficial; por otro lado, entre los defensores de los enfoques alternativos para la salud humana, hay una atención obsesiva hacia ella, ya que a menudo se la cuestiona como un elemento desencadenante de diversos trastornos y patologías. Entre ellas, las intolerancias alimentarias, los desequilibrios del sistema inmunitario y sus consecuencias (aumento de la susceptibilidad a infecciones, alergias, enfermedades autoinmunes, etc.), enfermedades fúngicas (especialmente la cándida), trastornos de la (diarrea, estreñimiento, meteorismo, flatulencia, calambres abdominales, etc.), infecciones genitales y urinarias, deficiencias nutricionales (especialmente vitaminas y minerales), predisposición al cáncer colorrectal y baja eficiencia física con un sentido de debilidad.
causas
La flora bacteriana intestinal es una especie de huella digital, ya que varía de una manera más o menos sensible de un individuo a otro. De hecho, somos nosotros mismos quienes seleccionamos inconscientemente las especies bacterianas alojadas en el intestino, basadas principalmente en las características de nuestra dieta. La flora bacteriana intestinal, de hecho, vive principalmente de residuos de alimentos ingeridos, y cada cepa bacteriana tiene necesidades nutricionales específicas. En el individuo sano, el origen de una posible disbiosis debe buscarse principalmente en la dieta: las dietas monotemáticas, el exceso de alimentos, como el azúcar, el alcohol o la carne, junto con la falta de alimentos vegetales, son sin duda las causas más comunes. . A menudo, algunos aditivos alimentarios y residuos hormonales o de pesticidas también se cuestionan, los cuales pueden encontrarse, respectivamente, en alimentos de carne o vegetales. La medicina oficial, sin embargo, le da poca importancia a la etiopatogenia alimentaria de la disbiosis, atribuyendo causas de origen mayoritariamente iatrogénicas (fármacos), o patológicas.
Los síntomas
La disbiosis se oculta detrás de una serie de síntomas con localización gastrointestinal prevalente: hinchazón, mala digestión, meteorismo, náuseas, vómitos, flatulencia (producción excesiva de gases intestinales) y trastornos del alve (estreñimiento que alterna con diarrea, esteatorrea, etc.). Sobre todo en las mujeres, la disbiosis también puede ser responsable de infecciones genitales recurrentes, como la candidiasis vaginal. Los que aparecen en la lista son los síntomas más obvios y comunes, pero teóricamente, debido a la función protectora ya mencionada de una flora bacteriana amigable, también pueden surgir síntomas inespecíficos, como trastornos del sueño, cambios de humor, mayor susceptibilidad a las infecciones y menor eficiencia. la física.
Tratamiento y tratamiento de la disbiosis »