Como se hizo una vez en el campo con carne de cerdo, incluso en la industria alimentaria moderna es cada vez más la ley de "no tirar nada".
Así sucede que las empresas especializadas recogen diferentes residuos de procesamiento para obtener tintes naturales.
Sin embargo, el uso de tintes naturales de origen vegetal tiene algunas limitaciones. Por ejemplo, el cutis es generalmente menos brillante y uniforme que el que ofrecen los análogos artificiales; No hay que subestimar, entonces, los problemas de estabilidad a la luz, altas temperaturas y calor.
Algunos ejemplos de aditivos de origen vegetal, utilizados durante mucho tiempo por la industria alimentaria, son:
- Curcumina (E100), tinte amarillo extraído de la cúrcuma
- Clorofilas y clorofilina (E140), tintes verdes extraídos, por ejemplo, de las algas clorella.
- Carotenoides (carotenos mixtos E160a (I) - Beta-caroteno E160a (II))
- Annatto (E160b), colorante natural amarillo rojizo aislado de las semillas del árbol de Bixa orellana
- Capsantina, capsorubina, extracto de pimentón E160c
- Licopeno (E160d), carotenoide abundante en tomates
- Betanina (remolacha roja) (E162)
- Antocianinas: antocianinas (E163), extraídas de uvas rojas, abundantes en bayas.
