salud del tracto urinario

Incontinencia urinaria en mujeres

Por el Dr. Eugenio Ciuccetti

generalidad

La incontinencia urinaria es una condición que hoy afecta a alrededor del 30% de las mujeres y se caracteriza por la pérdida involuntaria de orina en momentos y lugares socialmente inapropiados. Estas pérdidas, por supuesto, constituyen un problema significativo, tanto desde un punto de vista higiénico como psicológico y relacional.

Tipos de incontinencia

Existen varias formas de incontinencia urinaria: la incontinencia por esfuerzo, por ejemplo, está relacionada con el aumento de la presión intraabdominal (y, por lo tanto, con la vejiga) cuando se realizan movimientos y esfuerzos físicos. Incluso un estornudo o aumentar el gasto puede ser suficiente para desatar este mecanismo.

La incontinencia de urgencia se caracteriza por un aumento significativo en el estímulo y la frecuencia de la micción. Hablamos de "vejiga hiperactiva". Una vejiga que ya no se puede controlar por completo.

Finalmente, hay formas de incontinencia mixta, en las que aparecen los síntomas de los dos tipos descritos anteriormente.

Causas y factores directos.

En general, las mujeres tienden a verse más afectadas que los hombres debido a razones anatómicas y constitutivas intrínsecas. Con las transformaciones hormonales típicas de la menopausia, por ejemplo, se producen algunos cambios desfavorables en la vejiga, la uretra y todas las estructuras involucradas en la eliminación de la orina.

Cabe señalar, sin embargo, que el problema de la incontinencia urinaria también afecta con frecuencia a muchas mujeres jóvenes. Considere, por ejemplo, los posibles traumas y alteraciones del soporte pélvico relacionados con el embarazo y el parto.

De ahí la importancia de conocer los factores de riesgo: como la obesidad, el aumento excesivo de peso durante la gestación, el tabaquismo, el estreñimiento o la herencia.

Prevención durante el embarazo

Del mismo modo, la necesidad de que las futuras madres preparen su perineo adecuadamente durante el embarazo (con ejercicios y tratamientos simples), confiando en la experiencia de profesionales calificados como las matronas.

De este modo, será posible aumentar la propiocepción del perineo, corregir los desequilibrios de la estática lumbo-pélvica, tonificar la actividad de los músculos del ano y evitar posibles alteraciones de la continencia urogenital.

Esto utilizará diferentes técnicas, también basadas en el momento específico del embarazo. Desde el ejercicio tradicional para gatos hasta las contracciones perineales en posición agachada o en posición supina hasta algunas estrategias efectivas de relajación y respiración.

Incluso después del nacimiento, entonces, será necesario ser cauteloso. Muchas mujeres quieren recrear su forma física y estética lo antes posible. Pero sobrecargar los abdominales antes de haber recuperado la integridad y el tono de los músculos perineales podría provocar sorpresas desagradables más adelante.

Rehabilitación del suelo pélvico

Igualmente importantes son los programas de rehabilitación del suelo pélvico disponibles en varios centros de nuestro país. El piso pélvico, para ser precisos, es la estructura músculo-fascial que cierra la cavidad abdominal-pélvica hacia abajo, rodeando y sosteniendo la uretra, la vejiga, la vagina hasta el aparato anorectal.

Cuando hablamos de rehabilitación, nos referimos a un enfoque esencialmente "conservador" del problema. Enfoque que a menudo evita o integra cualquier intervención quirúrgica o farmacológica.

La rehabilitación puede basarse en diferentes técnicas. Por ejemplo, la Kinesiterapia, basada en ejercicios apropiados capaces de devolver a la mujer la conciencia de su área perineal (a menudo poco conocida y "sentida") y la capacidad de controlarla y reforzarla.

Los llamados ejercicios de Kegel, entre otras cosas, al aumentar el suministro de sangre a los músculos de esta región, también han demostrado ser eficaces para aumentar las sensaciones de placer de la mujer en el nivel genital.

El Biofeedback (que, utilizando una sonda vaginal especial, ayuda al sujeto a corregir y trabajar adecuadamente con su perineo) y la estimulación eléctrica funcional (una técnica pasiva, basada en el uso de electrodos apropiados e impulsos relativos, ofrece otras posibilidades. Eléctrico - absolutamente indoloro - que a su vez va a estimular los músculos del suelo pélvico).

No se muere de incontinencia urinaria, pero ciertamente la calidad de vida está profundamente condicionada por ella. Muchas mujeres tienden a "eliminar" el problema, por poca información, por razones de modestia y vergüenza o por considerar que es un efecto secundario inevitable del envejecimiento. La incontinencia en cambio puede y debe ser prevenida, opuesta y tratada.