salud respiratoria

hemotórax

Definición de hemotórax

Un signo distintivo, aunque no exclusivo, de un traumatismo torácico perforante, se define como un hemotórax como cualquier derrame de sangre en la cavidad pleural. El hemotórax es una emergencia médica completa: considerando que el cuadro clínico resultante a menudo está marcado por un estado de shock, es evidente que el hemotórax representa un alto riesgo para la supervivencia de la víctima.

Idealmente, la cavidad pleural puede contener hasta 2500-3000 ml de líquido: según esto, es comprensible cómo el hemotórax puede ser una fuente importante de pérdida de sangre. Si la sangre se acumula en la cavidad pleural, el volumen de sangre circulante se reduce: este "desplazamiento" de la sangre se considera mucho más grave que un posible colapso de la sangre inducido por el tórax. El video a continuación, aunque en inglés, presenta muy bien la idea de cómo se forma un hemotórax como resultado de las fracturas de costillas desplazadas, y cuáles son sus consecuencias en la mecánica respiratoria.

Causas y factores de riesgo.

Contrariamente a la creencia popular, no todas las formas de hemotórax son la expresión de un trauma perforante. Por lo tanto, se han identificado dos tipos de hemotórax:

  1. Hemotórax traumático: es la variante más recurrente, consecuencia típica de traumas cerrados (contusiones, compresión torácica, fracturas, luxaciones) o heridas punzantes (lesiones penetrantes y heridas punzantes, generalmente asociadas con lesiones del parénquima pulmonar). A veces, la colocación incorrecta de un catéter venoso central puede generar hemotórax. Cuando el aire y el líquido pleural sanguinolento se acumulan en la cavidad pleural, hablamos de emo-neumotórax.
  2. Hemotórax no traumático: el derramamiento de sangre en la cavidad pleural no depende de la lesión o el trauma. Esta variante está relacionada principalmente con cambios en los niveles de presión arterial, quistes pulmonares, defectos de la coagulación de la sangre, hematología, enfisema bulloso, infarto pulmonar, ruptura de un aneurisma, tuberculosis y tumores (por ejemplo, cáncer pleural).

Hemotórax traumático

Hemotórax no traumático

  1. Traumas cerrados
  • contusiones
  • compresión torácica
  • fracturas
  • dislocaciones
  1. Heridas perforantes
  • lesiones penetrantes
  • heridas penetrantes

+ lesiones del parénquima pulmonar

  • Posicionamiento incorrecto del catéter venoso central.
  • alteración de los valores de presión arterial
  • quistes pulmonares
  • defectos de la coagulación de la sangre
  • discrasias sanguíneas
  • enfisema hervido
  • infarto pulmonar
  • ruptura de un aneurisma
  • tuberculosis
  • tumores (por ejemplo, cáncer pleural).

Hemotórax: síntomas

El patrón sintomatológico causado por el tórax de la sangre difiere más o menos significativamente en función del factor desencadenante. El hemotórax no traumático siempre está acompañado de dolor torácico, dificultad para respirar, taquicardia y palidez (estos últimos tres signos son característicos del estado de anemización). La variante traumática se distingue por una imagen mucho más compleja, en la que coexisten signos y síntomas de diferente naturaleza. En general, los síntomas más comunes son:

  • alteración de los valores de presión arterial
  • alteración del estado de ánimo / irritabilidad
  • ansiedad
  • cianosis
  • colapso pulmonar
  • Desviación traqueal en el tórax sano (pecho medio)
  • disnea
  • enfisema subcutáneo
  • dolor fuerte en el pecho
  • falta de aliento
  • piel fría y húmeda
  • Reducción del sonido de la respiración en la extremidad afectada.

diagnóstico

El hemotórax se sospecha en presencia de derrame pleural con venas rojizas. Cuando el líquido del derrame pleural parece estar sangrando, es esencial proceder a la medición del valor de hematocrito del líquido pleural. La sospecha de hemotórax se confirma cuando el hematocrito es> 50% en comparación con la sangre periférica. En tales circunstancias, se requiere drenaje torácico inmediato.

La radiografía de tórax, la tomografía computarizada y la toracentesis exploratoria son otras posibles estrategias diagnósticas utilizadas para confirmar o no el hemotórax. A partir de la lectura de las pruebas, es posible verificar la entidad y la naturaleza del pago.

cura

Un hemotórax visible justifica la instilación de un drenaje.

Los principales objetivos de la terapia para el hemotórax son, ante todo, la detención de la hemorragia y la reintegración de la volemia. La prevención de recaídas y complicaciones, así como la reexpansión del pulmón en poco tiempo, son otros principios fundamentales que deben lograrse lo antes posible.

En el caso de un hemotórax impresionante, se debe considerar la opción de una transfransfusión: en estas circunstancias, se recomienda la monitorización constante del paciente. Para hemotórax con derrames iguales o superiores a 1500 ml, es posible concebir una toracotomía urgente: este procedimiento libera la cavidad pleural, detiene el sangrado y permite la reexpansión del pulmón. Claramente, la cirugía de emergencia para el hemotórax debe realizarse con el fin de prevenir posibles complicaciones, como empiema y fibrotórax.