enfermedades infecciosas

Síntomas de ántrax

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definición

El ántrax es una enfermedad infecciosa causada por Bacillus anthracis, un microorganismo aerobio o anaeróbico opcional, productor de cápsulas y toxinas.

La infección suele ser letal en animales de granja (como cabras, vacas, ovejas y caballos) y animales salvajes (por ejemplo, elefantes y búfalos). El ántrax se transmite típicamente al ser humano a través de la piel luego del contacto con animales infectados o sus productos (por ejemplo, cuero). Las heridas abiertas o las abrasiones aumentan la susceptibilidad, pero la infección puede ocurrir incluso cuando la piel está intacta. El ántrax cutáneo se puede transmitir de persona a persona, a través del contacto directo o después de la exposición al material contaminado.

La infección humana también puede contraerse ingiriendo carne cocinada inadecuadamente, que contiene las formas vegetativas del microorganismo, y la inhalación de esporas, casi siempre debido a la exposición ocupacional a productos contaminados de origen animal. Entre los grupos en riesgo hay agricultores, veterinarios, carniceros, curtidores y cardadores. El ántrax por inhalación y la infección gastrointestinal no se transmiten de persona a persona.

En condiciones aeróbicas, Bacillus anthracis puede producir esporas extremadamente resistentes que pueden permanecer viables en el suelo, la lana y el pelo de los animales durante décadas. Las esporas germinan y se multiplican rápidamente cuando entran en un ambiente rico en aminoácidos y glucosa (como tejidos y sangre).

Afortunadamente, la infección natural es bastante rara en áreas industrializadas, pero el uso potencial del ántrax como arma biológica ha aumentado el temor a esta enfermedad. En los Estados Unidos, en 2001, las esporas de microorganismos se utilizaron como armas de bioterrorismo y se propagaron, en forma de polvo muy fino, a través del servicio postal.

Síntomas y signos más comunes *

  • ascitis
  • astenia
  • bacteriemia
  • cianosis
  • diarrea
  • disfagia
  • disnea
  • Dolor abdominal
  • Dolor de cuello
  • Dolor de pecho
  • Dolores en las articulaciones
  • Dolores musculares
  • edema
  • Hemorragia gastrointestinal
  • hemotórax
  • eritema
  • escara
  • fiebre
  • hipotensión
  • linfadenitis
  • Ganglios linfáticos agrandados
  • Dolor de garganta
  • Dolor de cabeza
  • Masa o hinchazón en el cuello.
  • meningitis
  • náusea
  • Nódulos pulmonares múltiples
  • pápulas
  • neumotórax
  • picazón
  • ronquera
  • Rigidez de los músculos de la espalda y cuello.
  • Sangre en las heces
  • Estado confusional
  • tos
  • Úlceras cutáneas
  • Derrame pleural
  • vómitos

Direcciones adicionales

El ántrax se caracteriza por numerosos síntomas que difieren según el modo de transmisión y la ruta de los patógenos o esporas. En general, se describen tres formas de enfermedad: ántrax cutáneo, pulmonar y gastrointestinal.

La mayoría de los pacientes que contraen la infección muestran los primeros síntomas dentro de 1 a 6 días de la exposición, pero debido a la forma inhalada del ántrax, el período de incubación puede durar más de 6 semanas.

En las infecciones respiratorias y gastrointestinales, los síntomas locales inespecíficos suelen seguirse en cuestión de días por una enfermedad sistémica grave y, a menudo, por la muerte. La bacteriemia puede ocurrir en todas las formas de ántrax y ocurre en casi todos los casos fatales.

Ántrax cutáneo

El ántrax cutáneo ocurre de 1 a 10 días después de la exposición al patógeno con una pápula de color marrón rojizo, indolora y pruriginosa en el lugar de la inyección. Esta lesión aumenta progresivamente de tamaño y se convierte rápidamente en una vesícula, que tiene un área circundante de eritema y edema marcado. A esto le sigue una ulceración, con exudado sanguinolento sérico y formación de un escarus negro (carbunclo). Después de 2-3 semanas, la corteza que resulta de la pústula necrótica se desprende y cae, dejando una cicatriz.

El ántrax cutáneo con frecuencia causa linfadenopatía local, a veces con malestar general, mialgia, disminución de la presión arterial, dolor de cabeza, fiebre alta, náuseas y vómitos.

Si no se trata, la infección puede convertirse en una sepsis grave con consecuencias letales; Sin embargo, al aplicar la terapia adecuada, se puede evitar la muerte en prácticamente todos los casos.

Ántrax gastrointestinal

En este tipo de ántrax, la infección bacteriana del tracto digestivo superior (región faríngea de oro) difiere de la del tracto gastrointestinal.

El ántrax orofaríngeo se manifiesta con lesiones edematosas con úlceras necróticas en las amígdalas, en la pared posterior de la faringe o en el paladar duro. Esto dificulta la deglución y causa disnea, ronquera, dolor de garganta y fiebre. La inflamación de los tejidos blandos del cuello está marcada y los ganglios linfáticos cervicales aumentan de tamaño. Puede ocurrir una obstrucción de la vía aérea.

El ántrax gastrointestinal tiene un curso variable, desde formas asintomáticas hasta fatales.

La toxina liberada por Bacillus anthracis en el tracto digestivo causa úlceras hemorrágicas y necróticas y linfadenitis mesentérica, que puede provocar sangrado intestinal, obstrucción o perforación.

Los síntomas frecuentes incluyen fiebre, náuseas, vómitos, dolor abdominal intenso, diarrea con sangre y, a veces, ascitis. Pueden seguir la necrosis intestinal y la septicemia, con una toxicidad potencialmente mortal.

Ántrax inhalación

La inhalación de un polvo muy fino que contiene patógenos o gotas causa una infección pulmonar a menudo fatal. El ántrax pulmonar se presenta de manera insidiosa, con síntomas inespecíficos similares a los de la gripe, que incluyen fiebre alta, dolor de pecho, dolor de cabeza, artralgia, tos y sensación de malestar. En pocos días aparecen cianosis, dolor en el esternón, dificultad para respirar, shock y coma. Además, en la infección respiratoria hay una linfadenitis hemorrágica-necrotizante severa que se extiende a las estructuras mediastínicas adyacentes. Aparecen transudado sérico-sanguinolente, edema pulmonar y derrame pleural sanguíneo. Además, puede aparecer meningoencefalitis hemorrágica y / o ántrax gastrointestinal. La dificultad respiratoria grave y la sepsis pueden causar rápidamente un paro cardio-circulatorio y la muerte.

Al aplicar la terapia adecuada, se puede reducir la tasa de mortalidad de los pacientes, mientras se mantiene alta (hasta un 80%).

Diagnóstico y tratamiento

El diagnóstico de ántrax incluye una historia, cultivo y tinción de Gram de muestras tomadas de lesiones cutáneas o de la mucosa, líquido pleural, LCR, líquido ascítico o heces. Si hay síntomas pulmonares, se debe realizar una radiografía o una tomografía computarizada del tórax. Cuando los pacientes presentan signos meníngeos o una alteración del estado mental, se debe realizar una raquicentesis en su lugar.

La terapia empírica se basa en ciprofloxacina o doxiciclina. Hay una vacuna disponible para personas de alto riesgo.