salud de la piel

Prurito: ¿Qué es? Causas, diagnóstico y tratamiento de G. Bertelli.

generalidad

El prurito es un síntoma bastante común, que puede atribuirse a numerosas afecciones patológicas y no patológicas.

A menudo, esta manifestación depende de razones triviales, como la sudoración excesiva, la sequedad extrema de la piel o la picadura de un insecto. Además de ser un síntoma típico de problemas de la piel, en algunos casos, la picazón puede indicar la presencia de enfermedades sistémicas más graves.

Dependiendo de la causa desencadenada, la sensación de picazón puede asociarse con otros síntomas, como ardor, hinchazón, ampollas, entumecimiento u hormigueo.

El prurito puede causar un malestar significativo; Si es intenso y persistente, induce en el paciente el deseo o el reflejo de rascarse, por lo que puede predisponer a complicaciones como excoriaciones o infecciones secundarias .

Dado el amplio espectro de posibles causas, las características del prurito y la aparición de este síntoma en relación con otras manifestaciones son importantes para el diagnóstico diferencial. Dependiendo de la causa, el prurito puede tratarse con un tratamiento específico y específico.

¿Qué

Prurito: ¿qué es?

El prurito es un síntoma bastante molesto, capaz de inducir instintivamente la reacción al rascarse. Dependiendo de la causa que condujo a su aparición, la sensación de prurito es de severidad variable y puede afectar áreas limitadas de la piel o es generalizada ; este último evento se preocupa más por un evento local.

La picazón puede afectar a cualquier grupo de edad, desde niños hasta ancianos.

causas

Prurito: ¿Cuáles son las causas?

El prurito es un síntoma: como tal, la sensación de picazón no se considera una enfermedad, sino que representa el indicador de un problema que puede ser dermatológico o sistémico.

El prurito puede ser desencadenado por diversos estímulos subyacentes y condiciones de tamaño y naturaleza variables . Entre las causas se incluyen, por ejemplo, dermatosis, enfermedad hepática, diabetes, uremia, trastornos neurológicos y problemas de circulación sanguínea. El prurito también puede aparecer junto con situaciones estresantes.

Numerosos mediadores químicos y diferentes mecanismos contribuyen a inducir, transmitir y mantener esta sensación. Un sistema complejo de regulación y conducción del estímulo a través de fibras y receptores nerviosos de diversos tipos interviene, de hecho, en la elaboración del picor por parte del sistema nervioso central .

La histamina es uno de los mediadores más importantes y, históricamente, se considera la " molécula de prurito ". Esto se sintetiza y almacena en los mastocitos cutáneos y se libera en respuesta a diversos estímulos (por ejemplo, alérgenos, reacciones colaterales de ciertos medicamentos, etc.). Entre las sustancias involucradas en la génesis y el mantenimiento del prurito se incluyen las citoquinas, las interleucinas, la serotonina, la proteasa, la bradiquinina, los péptidos opioides, la sustancia P y muchos otros.

Causas dermatologicas

En la vida cotidiana, el prurito puede ser inducido por estímulos casi banales. Solo piense en la sensación causada por una vibración, un ligero toque o el contacto repetido o prolongado con un agente irritante, como las fibras de lana o los detergentes domésticos particularmente agresivos. Incluso las picaduras de un insecto, como los mosquitos, pueden inducir la picazón en una forma localizada.

Hay, entonces, muchas afecciones de la piel que son primitivas o secundarias a otras enfermedades que ocurren con este síntoma.

Las causas más frecuentes de picazón incluyen:

  • Sequedad cutánea excesiva (xerosis);
  • Dermatitis atópica (eccema);
  • Contacto dermatitis irritativa;
  • Dermatitis alérgica de contacto;
  • urticaria;
  • Liquen simple crónico (o neurodermatitis);
  • psoriasis;
  • Dermatitis herpética;
  • La punción de un insecto (por ejemplo, mosquitos, pappataci o tunga penetrans, la "pulga de arena");
  • Sudoración excesiva;
  • Dishidrosis (o eccema disidrótico);
  • Verrugas plantares.

La picazón de la piel también puede deberse a:

  • Eritema solar y fotodermatitis;
  • La pediculosis;
  • La sarna;
  • Enfermedades exantemáticas (por ejemplo, varicela);
  • Micosis cutánea (por ejemplo, dermatofitosis, infecciones por cándida, etc.);
  • Penfigoide ampollar;
  • Pitiriasis rosada;
  • El impétigo.

El prurito también puede ser secundario al uso de productos de higiene diaria excesivamente agresivos, mala hidratación y frecuentación de ambientes muy calurosos y secos.

Causas sistémicas

Si es particularmente persistente, el prurito puede ser un síntoma de enfermedades sistémicas, con o sin manifestaciones cutáneas asociadas.

Entre las causas más comunes se encuentran:

  • colestasis;
  • Insuficiencia renal;
  • uremia;
  • Trastornos hepáticos.

El prurito también puede ser causado por reacciones alérgicas generalizadas a medicamentos, alimentos, picaduras y picaduras de insectos.

Otras causas sistémicas de picazón incluyen:

  • Tireopatías (incluyendo hipertiroidismo e hipotiroidismo);
  • Trastornos de la circulación (por ejemplo, insuficiencia venosa, trombosis, etc.);
  • Problemas de presión arterial;
  • Parasitosis del tracto gastrointestinal;
  • diabetes;
  • Anemia por deficiencia de hierro;
  • Policitemia vera;
  • Infeccion por VIH

El prurito también puede estar asociado con la presencia de neoplasias como:

  • Linfoma de Hodgkin;
  • mieloma;
  • Cáncer de ovario
  • Tumor intestinal;
  • Tumor mamario
  • Cáncer de próstata.

Embarazo prurito

El prurito puede ocurrir durante el embarazo, especialmente en el último trimestre.

Durante la gestación, la sensación de picazón puede deberse a tres condiciones principales:

  • Colestasis gravida;
  • Herpes gestacional (o penfigoide gravídico);
  • Dermatitis polimórfica del embarazo.

Otros factores, como las transaminasas altas durante el embarazo, los cambios hormonales, la retención de agua o el manejo hepático pueden contribuir al prurito.

Para profundizar: Colestasis gravídica - Síntomas y causas »

Reacción a las drogas y otras causas iatrogénicas de picazón

El prurito puede ser un efecto secundario de muchos medicamentos indicados para controlar diferentes enfermedades como hipertensión, problemas cardiovasculares o cerebrovasculares, diabetes, gota, artrosis, etc. Algunos de estos medicamentos pueden desencadenar una reacción alérgica, mientras que otros provocan directamente la liberación de histamina. Los responsables más comunes de este efecto adverso son la morfina, la aspirina, los barbitúricos, la penicilina, los antifúngicos, los agentes quimioterapéuticos y ciertos agentes de contraste administrados por vía intravenosa.

Causas psicógenas y neuropáticas.

Otras causas de prurito son neuropáticas, es decir, relacionadas con enfermedades del sistema nervioso central o periférico, como en el caso, por ejemplo, de:

  • Esclerosis múltiple;
  • Infección por herpes zoster (fuego de San Antonio).

Cuando es un síntoma de enfermedades neurológicas graves, la picazón también puede asociarse con dolor, hormigueo intenso y ardor.

Además, la picazón puede deberse a trastornos o enfermedades psiquiátricas, como ocurre en presencia de:

  • Diversas formas de psicosis;
  • esquizofrenia;
  • ansiedad;
  • hipocondría;
  • Trastornos obsesivo-compulsivos;
  • Trastornos de la conducta alimentaria;
  • La depresión.

Algunas personas particularmente "sensibles" a los ritmos de la vida, sienten el deseo de rascarse, incluso cuando no están afectadas por condiciones psiquiátricas particulares. Este es el caso, por ejemplo, del prurito que acompaña a otros síntomas somáticos, durante períodos de tensión, particularmente estresantes desde un punto de vista físico y psicológico.

Síntomas y complicaciones

Prurito: ¿cómo aparece?

  • El prurito generalmente se presenta como una sensación molesta de gravedad variable, similar a un cosquilleo o comparable a un hormigueo, lo que provoca una urgencia de rascarse.
  • El prurito puede ser localizado solo en algunas áreas o generalizado, que está muy extendido en varias partes del cuerpo.
  • El prurito puede presentarse como una manifestación única o puede estar asociado con otros signos a nivel cutáneo o general.

Prurito: ¿Con qué otros síntomas puedes asociarte?

Dependiendo de la etiología, el prurito puede ir acompañado de otros síntomas, como:

  • La quema;
  • pinchazo;
  • Enrojecimiento (eritema extendido o parcheado);
  • Hinchazón (edema);
  • Dolor.

La presencia de signos en la piel que acompañan a la picazón, como en el caso de eccema, psoriasis o urticaria, ayuda a identificar la causa con mayor facilidad.

Estos eventos pueden incluir:

  • Pápulas, ampollas o burbujas;
  • pústulas;
  • costras;
  • úlceras;
  • Xerosis (piel seca);
  • descamación;
  • hiperqueratosis;
  • Engrosamiento superficial de la piel (liquenificación);
  • Ragadi (fisuras de la piel).

Cuando aparece en ausencia de signos cutáneos o en presencia de lesiones de rascado inespecíficas, es útil comprender si la picazón es concomitante con las siguientes condiciones:

  • El paciente ha cambiado los cosméticos o productos de higiene utilizados habitualmente;
  • El paciente ha entrado en contacto con sustancias potencialmente alergénicas o irritantes;
  • El paciente ha iniciado o cambiado un tratamiento farmacológico.

En general, los siguientes síntomas pueden indicar que la causa del prurito es grave:

  • Pérdida de peso, fatiga o sudores nocturnos (puede indicar una infección grave);
  • Debilidad, entumecimiento u hormigueo (podría ser el indicador de una alteración del sistema nervioso);
  • Dolor abdominal o ictericia (puede indicar un trastorno de la vesícula biliar o del hígado);
  • Sed excesiva, micción particularmente frecuente y pérdida de peso (puede indicar la presencia de diabetes no diagnosticada o descompensada).

En estos casos, se debe consultar a un médico lo antes posible, aproximadamente dentro de una semana.

Prurito: ¿cuándo se manifiesta?

Dependiendo de la causa, la picazón puede ocurrir repentina o gradualmente (es decir, empeorar durante el día, sin ningún remedio para aliviarla de manera confiable). Esta manifestación también puede ser esporádica (asociada con un solo episodio, como la picadura de un mosquito), continua o recurrente (es decir, permanece, con remisiones temporales, hasta que se resuelva la patología subyacente).

Si este síntoma persiste durante más de 6 meses, se lo conoce como picazón crónica .

Posibles complicaciones asociadas con la picazón

Si es muy intenso, la picazón puede inducir el deseo o la reflexión a rascarse; este comportamiento debe evitarse, ya que puede predisponer a:

  • La inflamación;
  • excoriación;
  • Infecciones secundarias (solapamientos bacterianos);
  • Cronacion del eczema.

El prurito puede ser un desorden completamente inofensivo. Sin embargo, si este síntoma es persistente o particularmente frecuente, es recomendable someterse a una evaluación médica cuidadosa para establecer con certeza cuál es la causa subyacente.

diagnóstico

En la mayoría de los casos, el prurito tiene una duración transitoria y se resuelve espontáneamente. Sin embargo, si este síntoma es persistente y está extendido a otras partes del cuerpo, es mejor consultar a un médico para evaluar con precisión el problema.

Prurito: ¿cuándo ir al médico?

En el caso de que el trastorno no regrese en unos pocos días o en presencia de una de las enfermedades asociadas, es recomendable ponerse en contacto con su médico de atención primaria o dermatólogo . La evaluación clínica del prurito es bastante compleja: el espectro de posibles causas es muy amplio, por lo que es necesario un análisis de sus características y de cualquier síntoma asociado para interpretar esta manifestación, para comprender su origen y su gravedad.

  • Anamnesis y valoración de los síntomas. Para investigar las causas de la picazón, en primer lugar, el médico hace una serie de preguntas relacionadas con la sintomatología y la historia clínica personal, luego le pide al paciente que describa claramente el trastorno y la correlación con otras manifestaciones concomitantes. En la fase de diagnóstico también es importante determinar si existen terapias farmacológicas que puedan haber provocado prurito como efecto secundario.
  • Examen objetivo. Una vez que se completa la recopilación de los datos anamnésicos, se realiza un examen objetivo cuidadoso. El médico examina la piel para detectar signos o síntomas que indiquen una enfermedad dermatológica. El examen objetivo puede guiar aún más el diagnóstico de las causas de la picazón al centrarse en:
    • Hora de debut;
    • Tipo y localización de las lesiones cutáneas (si existen).

Otras investigaciones diagnósticas. Los resultados de la historia clínica y el examen físico ayudan a decidir si se necesitan más investigaciones para establecer el origen del prurito. Cuando no hay una patología cutánea clara, siempre se debe sospechar una patología sistémica, especialmente cuando la picazón comienza repentinamente y es implacable. A veces, sin embargo, la picazón es una manifestación de enfermedades que ya han sido diagnosticadas, como en el caso de alergias, insuficiencia renal o enfermedades hematológicas. El control médico debe llevarse a cabo, especialmente si hay un embarazo presente. El origen psicosomático del prurito debe considerarse cuando se excluyen todas las posibles causas orgánicas.

Prurito: ¿Qué pruebas están indicadas?

Si el diagnóstico no es claro o el médico no puede establecer con certeza los factores desencadenantes, se pueden realizar investigaciones para descartar enfermedades importantes, como la diabetes.

Estos exámenes pueden incluir:

  • Análisis de sangre;
  • Examen de orina
  • Cultivos microbiológicos;
  • Pruebas alérgicas.

Cuándo consultar urgentemente a un médico.

El prurito puede ser un síntoma temprano de algunas enfermedades particulares, dependiendo de lo que debe interpretarse como una campana de alarma . En algunos casos, de hecho, la sensación de picazón precede a la aparición de los signos clínicos importantes de la patología en cuestión y es muy importante llegar al diagnóstico.

Algunos ejemplos:

  • En el linfoma de Hodgkin, la picazón intensa es uno de los síntomas de espionaje; esto se acentúa por la noche y se acompaña de sudoración intensa.
  • Una sensación de picazón difusa, desencadenada o acentuada por el contacto con el agua (el llamado prurito aquagénico) es un síntoma sugestivo de policitemia vera, una enfermedad caracterizada por una producción excesiva de glóbulos rojos.

Tratamiento y remedios.

En algunos casos, el prurito tiende a resolverse espontáneamente en unos pocos días, pero es posible recurrir a algunos remedios para obtener un alivio más o menos duradero. En otras ocasiones, se necesitan intervenciones terapéuticas para resolver la causa subyacente.

Prurito: ¿cómo se puede tratar esto?

El tratamiento varía según la etiología del prurito. De hecho, las estrategias para aliviar este síntoma son numerosas y es necesario intervenir de manera específica sobre los factores que lo han desencadenado.

Drogas para combatir la picazón.

En el caso de que la causa desencadenante pueda ser de origen patológico, la picazón puede aliviarse con medicamentos tópicos (cremas, pomadas, geles, lociones o pomadas para aplicar directamente en el área) o sistémicas (para reacciones severas o extensas, que deben ser tomadas por oral u otro método de administración).

Los medicamentos más utilizados en caso de picazón incluyen:

  • Antihistamínicos : son la piedra angular de la terapia del prurito. Estos medicamentos inhiben la liberación de histamina, lo que reduce la sintomatología prurítica;
  • Los corticosteroides : antiinflamatorios e inmunosupresores, son útiles en los casos en que el prurito está vinculado a enfermedades que causan una inflamación severa de la piel (como la psoriasis) y ven la participación del sistema inmunológico;
  • Inhibidores de la calcineurina : reducen la inflamación de la piel, también actúan sobre el prurito;
  • Antifúngicos : se utilizan en caso de prurito causado por micosis (p. Ej., Tiña);
  • Antisépticos o antibióticos : se utilizan en presencia de un componente exudativo o vesical-ampollar, para prevenir complicaciones infecciosas.

Dependiendo de la causa, entonces, se pueden utilizar:

  • Ácido ursodesoxicólico (prurito por colestasis del embarazo);
  • Antiepilépticos, como la gabapentina y la pregabalina (prurito urémico y neuropático);
  • Antidepresivos como la mirtazapina y la paroxetina (neuropatías, uremia y colestasis);
  • Antagonistas de los receptores opioides (uremia y ciertas enfermedades dermatológicas).

Otras terapias de prurito

  • La fototerapia asociada o no a la toma de psoralenos (terapia PUVA) es especialmente útil en el caso de enfermedades dermatológicas (eccema, psoriasis y linfomas cutáneos).
  • La capsaicina puede ayudar a controlar el prurito neurológico, como el prurito post-herpético.
  • El mentol en concentraciones inferiores al 5% puede causar una reducción temporal y localizada de la temperatura de la piel, ayudando a aliviar la picazón (nota: en concentraciones más altas, esta sustancia es irritante).
  • Los anestésicos locales (lidocaína, prilocaína, etc.) en crema pueden resultar útiles en el prurito localizado de diversos orígenes.
  • Un vendaje de áreas que son más pruriginosas puede ayudar a prevenir el daño causado por rascarse; Mantener las uñas cortas puede evitar la formación de excoriaciones y lesiones cutáneas secundarias.
Para aprender más: Terapia de Prurito Vaginal »

Remedios sintomaticos

Además de los tratamientos farmacológicos que pueden ser necesarios, hay varios remedios sintomáticos que pueden aliviar la molestia causada por la picazón.

Para limitar la duración y la frecuencia de los episodios de picazón, es posible, por ejemplo, recurrir a algunas medidas pequeñas, como mantener la piel limpia y seca .

En presencia de prurito, es importante evitar los tejidos, los cosméticos y otros irritantes potenciales, como ropa ajustada, medias de lana y productos de higiene que sean reactivos.

Para restaurar la función de barrera de la piel, reducir la xerosis (sequedad) y prevenir la irritación, también es útil aplicar emolientes / humectantes, especialmente después de la ducha. En este sentido, puede ser útil limitar la duración de los baños, teniendo cuidado de recurrir al agua tibia y prefiriendo productos con pocos surfactantes (poca espuma). Deben evitarse las duchas demasiado frecuentes, excesivamente calientes o prolongadas, ya que el uso de detergentes agresivos puede promover la sequedad y exacerbar la picazón.