enfermedades infecciosas

Síntomas botulismo

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definición

El botulismo es una enfermedad infecciosa causada por la bacteria Clostridium botulinum, responsable de la parálisis fláccida severa. De hecho, este microorganismo produce 7 tipos de neurotoxinas antigénicamente distintas, que interfieren con la liberación de acetilcolina en las terminaciones nerviosas periféricas. Cuatro de estas toxinas (tipos A, B, E y, rara vez, F) son altamente tóxicas para los humanos.

El botulismo se presenta en 3 formas principales: alimentos (la neurotoxina se ingiere a través de alimentos contaminados), heridas (causadas por una infección de lesiones de la piel) e infantes (debido a la ingestión de esporas bacterianas que posteriormente colonizan el intestino).

Síntomas y signos más comunes *

  • Acidosis respiratoria
  • afasia
  • anorexia
  • astenia
  • Atrofia y parálisis muscular.
  • Atrofia muscular
  • blefaroptosis
  • Boca seca
  • mareo
  • Calambres abdominales
  • diarrea
  • Dificultad de lenguaje
  • disartria
  • disfagia
  • disfonía
  • disnea
  • hipercapnia
  • debilidad
  • letargo
  • midriasis
  • náusea
  • Silbido de aliento
  • Rigidez de los músculos de la espalda y cuello.
  • modorra
  • estreñimiento
  • mareo
  • Doble vision
  • Visión borrosa
  • vómitos

Direcciones adicionales

Los síntomas del botulismo alimentario aumentan bruscamente; por lo general, comienzan de 12 a 36 horas después de la ingestión de la toxina, pero el período de incubación puede variar de 4 horas a 8 días. Las náuseas, vómitos, calambres abdominales y diarrea preceden a los trastornos neuromusculares. A esto le sigue la debilidad general y la parálisis fláccida (es decir, la musculatura es hipotónica). La parálisis es típicamente bilateral, simétrica y progresa siguiendo un patrón descendente, comenzando desde los nervios craneales hacia los músculos periféricos y respiratorios. Los síntomas y signos neurológicos incluyen sequedad de boca, visión doble o distorsionada, pupilas fijas y dilatadas, descenso de los párpados superiores, dificultad para hablar y tragar. Los músculos respiratorios, las extremidades y el tronco se debilitan progresivamente. El estreñimiento es frecuente. No hay déficit sensorial e incluso la fiebre está ausente. El mayor peligro para la vida proviene del daño respiratorio y sus complicaciones (parálisis del diafragma, infecciones pulmonares e insuficiencia respiratoria).

Los síntomas similares son los que produce el botulismo en la herida, con la diferencia de que los síntomas gastrointestinales no son evidentes con respecto a la forma alimentaria.

El botulismo infantil, por otro lado, presenta estreñimiento seguido de trastornos neuromusculares. El recién nacido es letárgico y muestra dificultades tanto para llorar (llanto débil) como para comer (succión deficiente). Otros síntomas típicamente incluyen ptosis palpebral, parálisis muscular extraocular, reducción del tono muscular y una cara inexpresiva.

El diagnóstico se confirma aislando el organismo o demostrando la presencia de toxina de C. botulinum en el suero o las heces. La parálisis flácida descendente, la ausencia de fiebre y el mantenimiento del estado de conciencia son signos característicos para definir un caso de botulismo. La terapia consiste en la administración de una antitoxina específica, que se une a la toxina que aún está en circulación y la hace inactiva. Además, se proporcionan medidas de apoyo, como la ventilación artificial.