herboristería

Anís en Erboristeria: Propiedades del Anís

Nombre científico

Pimpinella anisum L.

familia

umbelliferae

origen

Europa

sinónimos

Anís verde o anís común.

Partes utilizadas

Medicamento que consiste en frutos secos (incorrectamente llamados semillas) de anís

Constituyentes químicos

  • Aceite esencial, rico en anetol (70-90%);
  • Cumarine y Furocumarine;
  • Los flavonoides;
  • triterpenos;
  • Derivados del ácido cafeico;
  • Aceites grasos;
  • Sustancias proteicas.

Anís en Erboristeria: Propiedades del Anís

Las propiedades fitoterapéuticas del anís se refieren a su uso como digestivo, carminativo, estimulante de las glándulas exocrinas, galactogogo y balsámico.

También se describen propiedades expectorantes y antiflogísticas para el tracto respiratorio, así como galactogogos (medicina popular).

El anís exhibe propiedades sedantes leves, útiles en presencia de insomnio y excitación nerviosa.

Para uso externo, los extractos de anís se utilizan como saborizantes en productos desodorantes, enjuagues bucales y pastas de dientes.

Actividad biologica

Como se mencionó, al anís se le atribuyen diferentes propiedades, entre ellas estomacales, carminativas, espasmolíticas, colagógenas, expectorantes y antisépticas.

Más en detalle, estas actividades se atribuyen sobre todo al aceite esencial de anís, cuyo componente principal es el anetol.

De hecho, estudios realizados en animales han demostrado que el aceite de anís es capaz de ejercer una acción espasmolítica y expectorante; además de poseer propiedades antibacterianas, antivirales y repelentes de insectos. Por esta razón, el uso de la planta ha sido aprobado para el tratamiento de diversos tipos de enfermedades del tracto respiratorio.

Sin embargo, en cuanto a las otras actividades atribuidas a la planta, por el momento, no hay estudios recientes que puedan confirmarlas. Sin embargo, a la luz de los datos empíricos disponibles hasta ahora, el anís todavía se considera un excelente remedio capaz de promover la digestión y puede promover las secreciones salivales y biliares.

Anís contra enfermedades del tracto respiratorio.

Gracias a las propiedades expectorantes, balsámicas, antibacterianas y antivirales de las cuales se proporciona el aceite esencial de anís, su uso es un remedio válido para el tratamiento de diversos tipos de enfermedades de las vías respiratorias, como toses, bronquitis y afecciones catarrales en general. Además, la planta también se puede utilizar en el tratamiento del resfriado común.

Para el tratamiento de los trastornos mencionados anteriormente, el anís se puede utilizar tanto interna como externamente.

Como indicación, cuando se usa tintura de anís, se recomienda tomar aproximadamente 30-35 gotas de producto, de dos a tres veces al día.

Para uso externo, sin embargo, es aconsejable diluir unas gotas de aceite esencial de anís en agua caliente, a fin de obtener una solución con la que realizar algunos sufumigi.

Anís contra trastornos dispépticos e inapetencia.

Como se mencionó, el anís se atribuye a las propiedades estomacales, colagogas, coleréticas y carminativas. Por esta razón, la planta ha obtenido la aprobación oficial para el tratamiento de trastornos digestivos y los síntomas asociados con ellos, como, por ejemplo, la flatulencia, una sensación de plenitud e hinchazón abdominal; Además de ser utilizado como un remedio para promover el apetito.

Para el tratamiento de los trastornos mencionados, el anís debe tomarse en forma de preparaciones para uso interno.

La dosis de producto a tomar, por lo tanto, puede ser diferente dependiendo del tipo de preparación a usar. Por ejemplo, si usa el extracto fluido de la planta, generalmente se recomienda tomar entre 12 y 20 gotas del producto.

Además, para contrastar los síntomas dispépticos, no es infrecuente que el anís se tome en forma de infusión o decocción (para más información, recomendamos consultar el artículo dedicado "Anís (semillas) en tisanas").

Anís en medicina popular y en homeopatía.

En la medicina popular, el anís se usa como un remedio interno contra diversos trastornos y enfermedades, como la tos ferina, la tuberculosis, los trastornos hepáticos, la flatulencia, los cólicos, los trastornos digestivos y los trastornos menstruales.

El anís también es utilizado por la medicina homeopática, donde se puede encontrar fácilmente en forma de gránulos y tintura madre. En esta zona la planta se utiliza en casos de lumbago, dolor de hombro, cuello rígido, dolor de cabeza y flatulencia.

La dosis de remedio que se debe tomar puede variar de una persona a otra, dependiendo también del tipo de trastorno que deba tratarse y del tipo de preparación y dilución homeopática que desee usar.

Contraindicaciones

Se debe evitar el uso de anís y sus preparaciones en caso de hipersensibilidad a uno o más componentes, en pacientes predispuestos al desarrollo de erupciones solares y en pacientes con enfermedad hepática o epilepsia.

Además, el uso de la planta está contraindicado incluso durante el embarazo.

Interacciones farmacológicas

El anís y sus preparaciones pueden interferir con la actividad de las drogas, tales como:

  • AINE o cortisona, ya que el uso concomitante de anís puede mejorar las sensibilidades gástricas;
  • Fármacos fotosensibilizantes, ya que puede ocurrir una suma de los efectos;
  • Anticoagulantes, heparinas de bajo peso molecular, antiplaquetarios y agentes trombolíticos, ya que existe un mayor riesgo de sangrado.

Además, existe el riesgo de que se produzcan interacciones potenciales en relación con la actividad estrogénica de la que se proporciona anetol.

notas

Debido a la presencia de furocumarinas, el anís es fotosensibilizante.