INSULINA: hormona anabólica por excelencia producida por las células Beta del páncreas. Con su acción facilita la entrada en los tejidos de glucosa, aminoácidos y triglicéridos sanguíneos.
La acción de la insulina sobre el metabolismo de los lípidos es claramente anabólica, ya que promueve la síntesis de la grasa depositada e inhibe su liberación.
La insulina también aumenta la permeabilidad de las células a varios iones como el potasio, el magnesio y el fosfato.
GLUCAGONE: hormona catabólica producida por las células alfa del páncreas: favorece la liberación de glucosa hepática en el torrente sanguíneo, bloqueando la glucogénesis y promoviendo la glucogenólisis; Tiene por tanto una acción contraria a la de la insulina.
SOMATOSTATINA: clase de hormonas de diferentes orígenes que inhiben la liberación de insulina, cortisol, GH, prolactina, hormonas tiroideas y glucagón.
CATECOLAMINAS (adrenalina, noradrenalina): producidas por la médula suprarrenal en respuesta a la hipoglucemia con efectos de corta duración en comparación con los anteriores. Acelera el metabolismo del cuerpo aumentando la lipólisis, la glucogenólisis y la gluconeogénesis. Por lo tanto, tienen un efecto catabólico.
GLUCOCORTICOIDES: hormonas catabólicas producidas por la corteza suprarrenal: promueven la gluconeogénesis en respuesta a un bajo nivel de azúcar en la sangre, aceleran la desmineralización ósea y promueven el catabolismo de proteínas.
HORMONA DEL CRECIMIENTO: potente hormona anabólica y lipolítica producida por la adenoipofisi; Estimula la síntesis de hueso y cartílago, aumenta la oxidación de los ácidos grasos, reduce la escisión de la glucosa y los aminoácidos. Su función anabólica es asistida por IGF-1 o somatomedina.
TESTOSTERONA: hormona anabólica, promueve el aumento de la masa muscular de la espermatogénesis, el cabello, la eritropoyetina (EPO) y el deseo sexual.