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Ejercicios para los baberos.

INTRODUCCIÓN: Anatomía del pectoral pequeño y grande.

La forma anatómica particular de los músculos pectorales le da a estos músculos la capacidad de realizar numerosos movimientos. Los músculos pectorales están involucrados principalmente en la abducción horizontal del brazo (movimiento en el cual el húmero se acerca al centro del cuerpo) y en su rotación interna. Los músculos pectorales también funcionan durante la extensión del brazo (movimiento en el cual el húmero, comenzando desde arriba de la cabeza, se baja) y en menor medida durante la flexión del brazo con las manos ejercidas (movimiento en el cual el músculo el húmero se levanta delante del cuerpo con la palma de la mano hacia adelante).

Finalmente, si tomas el húmero (como en el acto de escalar) como un punto fijo, los pectorales se contraen para levantar el tronco.

Los mejores ejercicios para entrenar los baberos.

Para actuar sobre las pectorales, existen principalmente dos tipos de ejercicios: la distensión, donde se recuesta en un banco y empuja la carga hacia arriba, y las cruces, en las cuales, en la misma posición, lleva los brazos desde el exterior hacia El interior (adducono), manteniendo el codo ligeramente doblado durante todo el movimiento.

Estos ejercicios se realizarán desde varios ángulos para estimular con la misma intensidad todas las fibras que forman el pectoral. Solo de esta manera será posible lograr un desarrollo armónico y óptimo del tórax.

El equilibrio con la barra implica principalmente el tríceps y los deltoides anteriores. Esta participación se vuelve máxima cuando la persona que realiza el ejercicio es cifótica (sus hombros "caen" hacia adelante "). En este caso, para aumentar la estimulación en las pectorales, se deben tomar algunas precauciones:

Eleve el esternón, retrayendo los hombros (es decir, manteniéndolos más atrás).

Usa las mancuernas en lugar de la barra, de esta manera puedes elevar más el esternón y estirar más los músculos del pecho.

Para desarrollar baberos también puedes usar otros ejercicios, dejando espacio para la imaginación.

Al final del entrenamiento, la flexión clásica de los brazos es, por ejemplo, una excelente manera de agotar las pectorales y aumentar el flujo sanguíneo local. Para involucrar aún más a estos músculos, siempre que la condición física lo permita, es posible realizar el ejercicio con las manos y los pies en dos aumentos.

El mismo ejercicio se vuelve muy desafiante cuando se realiza con las manos en el suelo y los pies sobre una pelota suiza.

Un último consejo.

Los baberos son, sin duda, uno de los músculos más codiciados. Su desarrollo es ciertamente importante para darle al cuerpo una apariencia atlética y armoniosa; Sin embargo, es importante no exagerar.

Desafortunadamente, en muchos gimnasios aún se pueden ver muchos tipos que, un poco 'por su autoestima y un poco' para atraer más atención, entrenan muchos baberos. A menudo, tales estrategias de entrenamiento le dan al cuerpo la apariencia clásica de pavo (pecho grande y piernas delgadas) o gorila (pecho grande y hombros doblados hacia adelante). Por este motivo, puramente estético y para otros más importantes (postura y salvaguarda de las articulaciones), se debe prestar la misma atención al entrenamiento de todos los músculos del cuerpo.