alergias

Alergia a las mascotas: síntomas y diagnóstico.

Los síntomas

Las reacciones alérgicas varían de persona a persona y generalmente ocurren en forma de reacción cutánea, conjuntivitis, rinitis o asma. Lo primero que debe hacer, si sospecha que nuestras mascotas son alérgicas, es contactar a un médico, quien podrá verificar si estas son realmente la causa de los síntomas de alergia.

Al tocar la piel o las plumas de las mascotas o al inhalar alérgenos, pueden aparecer las siguientes reacciones en caso de hipersensibilidad:

  • Rinitis alérgica: estornudos, tos, secreción nasal o congestión nasal repetidas;
  • Picazón en la nariz, el paladar o la garganta (la tendencia a frotarse contra la nariz es frecuente en los niños);
  • Síntomas oculares: picazón de las conjuntivas, hinchazón, enrojecimiento y desgarros profusos (conjuntivitis alérgica);
  • Sentido de fatiga y malestar general;
  • Dolor y presión en la cara.

Otros síntomas que pueden aparecer en asociación con la aparición de asma son:

  • Dificultad para respirar y sibilancias;
  • Sensación de opresión en el pecho o dolor;
  • Trastornos del sueño causados ​​por falta de aliento, tos o disnea.

Algunas personas alérgicas también pueden presentar síntomas en la piel : el contacto directo con una mascota puede desencadenar manifestaciones en la piel (urticaria, dermatitis o eccema), con erupciones con picazón y manchas rojas.

complicaciones

  • Mayor susceptibilidad a otras enfermedades de la vía aérea;
  • Inflamación, aguda o crónica, de la mucosa de los senos paranasales, como la sinusitis;
  • Infecciones del oído (otitis);
  • Trastornos del sueño e insomnio;
  • Empeoramiento del asma.

¿Qué empeora los síntomas? El aire contaminado y el humo del tabaco pueden contribuir a la aparición de una crisis asmática. Además, cualquier otro alérgeno presente en el medio ambiente (por ejemplo, el polen) puede agravar la condición del paciente. El impacto de la alergia al polen puede ser obvio, ya que es estacional y puede ser más difícil controlar los síntomas solo por un período corto, limitado a la polinización. Por otro lado, la exposición a los alérgenos de los animales puede ocurrir durante todo el año, incluso si no tiene una mascota, ya que pueden estar presentes en otros hogares o transportarse en ropa en el trabajo o en la escuela. A menudo, es extremadamente difícil evitar los alérgenos que pueden provenir de los animales de otras personas. Por ejemplo, una clase de la escuela puede tener altos niveles de alergenos animales.

diagnóstico

Si experimenta congestión nasal, estornudos, sibilancias, dificultad para respirar u otros síntomas que puedan estar relacionados con una alergia, debe consultar a su médico. La alergia a una mascota puede sospecharse sobre la base de la manifestación alérgica, el examen físico y la información reportada por el paciente. A menudo, es suficiente que el médico sepa cuándo y dónde tiene síntomas el sujeto. Las pruebas cutáneas y los análisis de muestras de sangre pueden confirmar el diagnóstico sospechoso.

Antes del examen médico, el paciente puede:

  • Anote todos los síntomas que han aparecido, incluidos los que pueden parecer ajenos a la alergia.
  • Informar si otros miembros de la familia sufren de ciertos tipos de alergia y asma.
  • Escriba una lista de todos los medicamentos que está tomando.
  • Pregúntele a su médico si necesita dejar de tomar medicamentos que pueden cambiar el resultado de las pruebas de alergia, como los antihistamínicos o las cortisonas.

Mientras tanto, si se sospecha de una alergia, se deben tomar medidas para reducir la exposición a las mascotas: mantenerlos fuera del dormitorio, alejados de los muebles tapizados y lavarse las manos inmediatamente después de tocarlos.

Examen objetivo

Después de recopilar la información sobre el historial médico, el médico puede examinar la mucosa de la nariz: en caso de alergia, el revestimiento del conducto nasal puede estar inflamado, aparecer pálido o azulado. El médico puede recomendar al paciente que se ponga en contacto con un alergista para realizar pruebas exhaustivas en la piel o mediante análisis de sangre, que permiten identificar exactamente el alérgeno que causa los síntomas, definir la gravedad de la enfermedad alérgica y obtener un diagnóstico definitivo.

Prueba cutánea

Pequeñas cantidades de alérgenos purificados, incluidos los extractos de proteínas animales, se colocan en contacto con la piel del antebrazo y luego el área se pincha con una lanceta estéril. Si la prueba es positiva, después de unos 15 minutos se observa la aparición de un pomfo característico rodeado por un área enrojecida, un signo que revela la sensibilidad a los alérgenos que se tienen en cuenta. Si es alérgico a los gatos, por ejemplo, puede desarrollar hinchazón, picazón y enrojecimiento en el área de punción respectiva (donde se ha aplicado el extracto relativo).

La prueba Prick es confiable, fácilmente ejecutable y completamente indolora. El examen puede dar resultados escalonados si se realiza en presencia de afecciones de la piel o cuando la persona está siguiendo una cura con antihistamínicos o cortisonas.

Dosificación de IgE total (PRIST) y específica (RAST)

En algunos casos, no se puede realizar una prueba cutánea debido a la presencia de una afección cutánea en particular o debido a las interacciones con ciertos medicamentos, lo que podría invalidar el resultado de la investigación. Alternativamente, un análisis de sangre permite determinar la presencia de anticuerpos específicos dirigidos contra los alérgenos individuales que comúnmente causan alergias, incluidas varias sustancias derivadas de animales. Además, esta investigación permite cuantificar la sensibilidad del paciente con respecto a un componente alergénico específico.

¿Cuáles son las perspectivas? Una vez que se han identificado los alérgenos responsables, los dueños de mascotas deben evitar los factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar formas alérgicas más graves y desencadenar cualquier crisis asmática. Los síntomas pueden controlarse con el tratamiento farmacológico más adecuado. Para los pacientes que tienen solo una alergia, puede ser posible recurrir a una inmunoterapia específica, es decir, un tratamiento capaz de desensibilizar progresivamente el cuerpo al alérgeno.