traumatología

Distorsión de los síntomas

definición

La distorsión es una lesión que involucra la cápsula y los ligamentos de una articulación.

Esta condición es causada por un trauma indirecto: la distorsión se determina cuando una fuerza obliga a la parte afectada a realizar un movimiento repentino y abrupto, más allá de los límites fisiológicos, con una palanca o un mecanismo de torsión.

El desplazamiento de la articulación hacia una dirección "antinatural" provoca, por lo tanto, una pérdida momentánea y parcial de contacto entre las cabezas articulares, con o sin laceración de los ligamentos (nota: si la pérdida de las relaciones entre las estructuras capsulo-ligamentarias es permanente habla de dislocacion).

La distorsión afecta principalmente a la rodilla, el tobillo, el empeine, la muñeca, el codo y los dedos. El trastorno puede ocurrir en personas de todas las edades, aunque es más común en aquellos que practican deportes (por ejemplo, voleibol, baloncesto, fútbol y correr).

Los factores de riesgo incluyen falta de entrenamiento y tono muscular insuficiente.

Síntomas y signos más comunes *

  • Dolores en las articulaciones
  • hematomas
  • edema
  • hemartrosis
  • Hinchazón de las articulaciones
  • Hipermovilidad articular
  • Rigidez articular
  • Vertido articular

Direcciones adicionales

La distorsión se manifiesta por un dolor agudo y continuo a nivel de la articulación afectada, que se acentúa con el movimiento y con una presión en los ligamentos o sus inserciones en el hueso.

Otros síntomas incluyen limitación funcional e hinchazón, que aumentan gradualmente después del trauma. En caso de distorsión, también pueden aparecer hematomas y derrame articular.

En los casos más graves, puede producirse una laceración parcial de los ligamentos o un desprendimiento de estos desde sus sitios de inserción, con inestabilidad articular.

La lesión debe evaluarse con una radiografía o un examen de ultrasonido, para identificar cualquier daño a los ligamentos y excluir la presencia de una fractura.

En raras ocasiones, el paciente se somete a resonancia magnética.

Cuando se produce distorsión, es útil aplicar hielo en la parte adolorida (envolviéndola en una toalla o paño para proteger la piel) y mantener la articulación en reposo durante 2 o 3 días, posiblemente en una posición elevada para reducir la hinchazón. Si el trauma es reciente, el médico también puede recomendar una inmovilización temprana, con una venda elástica de compresión para minimizar la hinchazón o un refuerzo para mantener la articulación en el eje.

Sin embargo, en casos graves, puede ser necesario recurrir a la aspiración final del líquido sinovial y al yeso durante varias semanas. A veces, en presencia de la avulsión del ligamento por su inserción ósea, está indicada una intervención quirúrgica con técnicas endoscópicas mínimamente invasivas (p. Ej., Artroscopia).