definición
La cetoacidosis alcohólica es una complicación metabólica que resulta de la combinación de los efectos de la ingesta de alcohol y el ayuno prolongado. Esta condición se caracteriza por hipercetonemia y acidosis con una brecha aniónica alta, sin hiperglucemia significativa.
Por lo tanto, en pacientes alcohólicos y desnutridos, la ingesta de alcohol reduce la gluconeogénesis hepática y conduce a una disminución de la secreción de insulina, un aumento de la lipólisis, una reducción de la oxidación de los ácidos grasos y la consiguiente cetogénesis.
Síntomas y signos más comunes *
- Abdomen Agudo
- halitosis
- anorexia
- cetona
- deshidratación
- Dolor abdominal
- La hiperglucemia
- hiperhidrosis
- La hipoglucemia
- desnutrición
- Hipotension ortostatica
- hipovitaminosis
- náusea
- taquicardia
- taquipnea
- mareo
- vómitos
Direcciones adicionales
Una ingesta excesiva de alcohol provoca náuseas y vómitos característicos. Estos síntomas hacen que el sujeto detenga la ingesta de alimentos durante un período de tiempo igual o superior a 24 horas. Durante este ayuno, continúan los episodios repetidos de vómitos y hay dolor abdominal generalizado (moderado o intenso) y vértigo ortostático.
El azúcar en la sangre suele ser normal, bajo o moderadamente alto. La cetoacidosis alcohólica también causa olor a cetonas en el aliento (similar a las manzanas podridas), taquicardia, taquipnea (aliento de Kussmaul), deshidratación y sudoración profusa. Además, puede producirse pancreatitis.
El diagnóstico surge con la historia y el hallazgo de cetoacidosis en ausencia de alcohol en sangre alta o hiperglucemia concomitante. Los hallazgos típicos de laboratorio incluyen acidosis metabólica con una brecha aniónica alta, cetonemia y niveles bajos de potasio y magnesio.
El diagnóstico requiere mucha precaución, ya que pueden aparecer síntomas similares de pancreatitis aguda, metanol o etilenglicol envenenado, enfermedad hepática o cetoacidosis diabética.
El tratamiento consiste en la infusión intravenosa de dextrosa al 5% en solución fisiológica y la recuperación de electrolitos (K y Mg). De acuerdo con las necesidades, además, la tiamina y otras vitaminas solubles en agua pueden administrarse para prevenir el desarrollo de encefalopatía de Wernicke o psicosis de Korsakoff.